Zonas de estudio

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REAL JARDÍN BOTÁNICO

Botanico - Sonido Verde Urbano

Real Jardín Botánico (Madrid) (8 ha)

El Real Jardín Botánico se crea por Real resolución de 25 de julio de 1774, para trasladar el antiguo botánico situado en el lugar de Migas calientes, cerca de El Pardo, a las Huertas del Prado. La construcción de este jardín, inaugurado en 1781, formó parte del copioso grupo de medidas reformadoras planteadas para la Corte, por iniciativa de Carlos III (Armada y Castroviejo, 2001). La elección de su emplazamiento no fue casual, ocuparía un espacio colindante al magnífico Real Gabinete de Historia Natural, el actual Museo del Prado, cercano también al Real Observatorio Astronómico. El proyecto original del Jardín es obra de Francesco Sabatini, con el apoyo científico de Casimiro Gómez Ortega.

El jardín se estructura en terrazas; una superior, la Terraza del Plano de la Flor, donde se encuentra el pabellón de Villanueva, articulada en glorietas arboladas con un estanque central, en la que se encuentra la gran palmera canaria (Phoenix canariensis); una intermedia, la Terraza de las Escuelas Botánicas, donde se encuentran alguno de los árboles más relevantes del jardín y el grueso de colección de plantas, ordenadas por familias; finalmente una inferior, separada de la anterior por el Paseo de las Estatuas, la Terraza de Cuadros, donde se encuentran los cuadros de plantas ornamentales, la rosaleda, la huerta y las plantas aromáticas y medicinales.

El Jardín Botánico alberga un buen número de árboles singulares. De entre ellos destaca el Almez (Celtis australis) de la Terraza de las Escuelas, de 140-160 años, un magnífico Pino carrasco (Pinus halepensis) de más de dos siglos, un bellísimo Olmo del Cáucaso (Zelkova carpinifolia) de 200 años, y un viejo Olmo común (Ulmus minor), “El pantalones” también de dos siglos, muy castigado por la grafiosis. Cabe destacar que la abundancia de almeces en este jardín hacen de él uno de los mejores lugares de la ciudad para la invernada de Picogordo (Cocothraustes coccothaustes), posible reproductor e invernante muy común (Molina, 2002).

PARQUE EVA PERÓN

Eva Perón - Sonido Verde Urbano

Parque Eva Perón (Madrid) (3 ha)

Situado en el seno del barrio de Salamanca, el parque de Eva Perón es una zona verde de reducidas dimensiones colindante con la plaza de Manuel Becerra. Fue creado tras la compra realizada por el Ayuntamiento de Madrid en 1951 de la antigua Finca de Nogueras (Gea, 2002).

El arbolado forma ámbitos verdes de elevada densidad dominados por Plátanos de sombra (Platanus x hybrida) y Cedros del Himalaya (Cedrus deodara), estos situados principalmente en el seno de pequeños cuadros cuyo nivel más bajo está ocupado por praderas regadas . Existen asimismo buenas masas y macizos de arbustos, principalmente, Laurocerasos (Prunus laurocersus) y alineaciones de Liquidambar (Liquidambar styraciflua).

ZONA VERDE DEL INTERIOR DE LAS TABLAS

Las Tablas - Sonido Verde Urbano

Zona verde del interior de Las Tablas (Madrid) (115 ha)

Posiblemente sea este gran espacio abierto la zona verde de mayores dimensiones recientemente construida en la ciudad de Madrid. Su origen se vincula al Plan de Actuación Urbanística de Las Tablas, una de las grandes intervenciones contempladas en el Plan General de Ordenación Urbana de 1997. En conjunto, las zonas verdes de este PAU alcanzan las 115 ha, aunque la extensión de la zona analizada es sensiblemente menor.

El parque línea se estructura como una prolongada y relativamente estrecha franja de terrenos libres situada entre las calles Palas del Rey, Frómista, Juan de Ortega y Castiello de Jaca. Lo verdaderamente singular de este espacio es la muy baja densidad del arbolado, de escaso desarrollo en la actualidad, y la existencias de amplias praderas no regadas dominadas por un buen número de gramíneas, leguminosas y asteráceas de marcado carácter ruderal y arevense. Precisamente es aquí donde reside su principal valor: mantiene una flora y vegetación cada vez más escasa en la ciudad de Madrid, de especial interés durante el periodo de reproducción como hábitat de dos especies de aves relevantes (Collaba gris Oenanthe oenanthe, Cogujada común Galerida cristata) por su estado de conservación. Es además utilizado durante el invierno por grandes bandos de fringílidos, habitualmente frecuentado por Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) y mantiene una modesta aunque interesante comunidad de invertebrados y reptiles. Este espacio se integra y es pieza esencial además de lo que denominamos Sistema seminatural de Las Tablas, en el que junto con estas zonas verdes adquieren especial relevancia los solares aún no ocupados, poblados por densos e intrincados herbazales de Olivarda (Dittrichia viscosa) o por comunidades menos evolucionadas.

RIBERA DEL RÍO HENARES (GUADALAJARA)

Henares - Sonido Verde Urbano

Ribera del río Henares (Guadalajara)

Diferente a todos los espacios tratados, la zona analizada de la ribera del río Henares se sitúa entre el Puente Califal y el puente de la carretera N-320. Se trata de un territorio fluvial de elevada naturalidad que aún mantiene una dinámica controlada en gran medida por el comportamiento hidrológico y geomorfológico del Henares. Este ámbito está catalogado por el vigente Plan de Ordenación Municipal de Guadalajara como zona verde urbana y forma parte de lo que el citado texto considera el Parque fluvial del Henares.

El estado de conservación de este tramo de la ribera es bueno. Son escasos los sectores de las márgenes desarbolados y existen doseles arbóreos de gran desarrollo, dominados principalmente por Álamo blanco (Populus alba) y Sauce blanco (Salix alba), identificables como comunidades incluidas en el Anexo I de la Directiva 92/43/CE (92 A0, Alamedas, Olmedas y Saucedas de la regiones Atlántica, Alpina, Mediterránea y Macaronésica) (Calleja, 2009).

Las dos especies citadas junto con el taraje Tamarix gallica, son los elementos dominantes en las márgenes del río. Están presentes además otros elementos como Salix fragilis, Salix purpurea, Populus nigra, Crataegus monogyna, así como un buen número especies palustres, entre otras, Phragmites australis, Typha domingensis, Typha latifolia, Sparganium erectum, Iris psedacorus o Scirpus lacustris; aparecen también elementos adventicios como Robinia psedoacacia, Gledithisia triacantos o Ailanthus altissima.

A destacar la presencia de Nutria paleártica (Lutra lutra) en este tramo de la ribera del Henares, señalada por (Fernández-Salvador et al., 2008).

PARQUE DEL OESTE

Parque Oeste - Sonido Verde Urbano

Parque del Oeste (Madrid) (87 ha)

El Parque del Oeste remonta su origen al desarrollo del ensanche de Madrid de 1860, aunque su actual configuración es fruto de su reconstrucción después de la Guerra Civil y de su ampliación en los años 1956 y 1973, a lo largo de la franja de terrenos situada entre el Paseo de Rosales y la Estación del Norte (Menéndez, 2001). Como este mismo autor señala “fue construido por gobiernos municipales de la alta burguesía y clase media madrileñas, siguiendo el movimiento de parques públicos que en el último tercio del siglo XIX se extensión por Europa y América. De hecho es el ejemplo más sobresaliente de este movimiento”.

Las labores de construcción del parque se iniciaron en 1893, tras su aprobación el 17 de enero de ese mismo año, sobre un proyecto de Celedonio Rodrigáñez y Vallejo, Director de Jardines y Plantíos del Ayuntamiento de Madrid. La primera fase se inauguró en 1905, continuando posteriormente los trabajos.

La estructura básica del parque recuerda mucho a la tipología característica del jardín inglés: praderas extensas, sólo posibles gracias al beneficio del riego, en cuyo seno parecen corros, golpes o árboles aislados y macizos de arbustos de diverso porte y composición. En el parque destacan los grupos de Cedros del Himalaya (Cedrus deodara), Cedros del Libano (Cedrus libani) y Cedros del Atlas (Cedrus atlantica), especialmente un individuo incluido en el Catálogo de Árboles Singulares de Madrid, creado por el Decreto 18/1992, de 25 de marzo, del Consejo de Gobierno, por el que se aprueba el Catálogo Regional de especies amenazadas de Fauna y Flora silvestres y se crea la categoría de árboles singulares.: el Cedro del Atlas del Paseo de Ruperto Chapí, de más de 100 años. Son también notables las masas de Pino piñonero (Pinus pinea) situadas entre el Paseo de Ruperto Chapí y el Paseo de Moret, o las galerías de arbustedos densos situadas en torno a la ría, de gran interés para la reproducción de algunos elementos de especie interés como Chochín (Troglodytes troglodytes), Petirrojo (Erithacus rubecula) y Reyezuelos listado (Regulus ignicapillus).

DEHESA DE LA VILLA

Dehesa Villa - Sonido Verde Urbano

Dehesa de la Villa (Madrid) (70 ha)

Situada en el sector oriental de la ciudad, la Dehesa de la Villa, la antigua Dehesa de Amaniel, se forma tras un privilegio dado por Alfonso VII en 1152 al Concejo de Madrid, relativo a la propiedad de montes y tierras entre la Villa y Segovia a perpetuidad. La primera mención existente en los archivos de la villa sobre la Dehesa de Amaniel aparece en 1434, encontrándose el primer registros de este espacio como Dehesa en 1457 (Gómez, 1967). Durante muchos años, como señala Hernando (2003), fue dehesa carnicera:

“Desde el Real los rebaños eran conducidos a la dehesa de Amaniel o de la Villa -destinada a acoger el ganado del abasto desde fines del s. XV- atravesando toda la zona de El Pardo situada al NO del río Manzanares (…). Las dos dehesas concejiles situadas dentro del término de Madrid presentan un mismo origen y evolución, pasando de ser dehesas boyales a “carniceras”.

Desde el s. XV se documenta como dehesa boyal para los ganados de labor de los vecinos de Madrid y su Tierra, hasta que el concejo decidió 1485 reservarla exclusivamente a los destinados al abastecimiento urbano: “mandaron que ningunas nin algunas personas desta dicha Villa e sus arrauales e tierra non sean osados de echar ganados algunos a paçer en la dehesa de Hamaniel por cuanto es para los ganados de los que se encargaren de las carneçerías desta Villa de oy en adelante“.

En Amaniel se concentraban los hatos procedentes del Real de Manzanares y los abundantes términos comunales del entorno de El Pardo y norte de la Tierra de Madrid, antes de ser sacrificados en la ciudad. Así lo reconocían los encargados del abasto en 1769: “la dehesa de Amaniel, llamada de la Villa, sirve ésta para el hato de carneros de muerte en todos tiempos y en primavera para el de reses, e igualmente para el descanso de todo el ganado de una y otra especie que viene a esta Corte de Castilla y Galicia”. Sin embargo, su rendimiento para las arcas municipales era inexistente: los obligados no pagaban nada por el disfrute de esta posesión. Tan sólo a finales del siglo, las cuentas de propios registran el modestísimo pago de 200 rs anuales.”.

Los límites de la actual dehesa son considerablemente más reducidos que los originales (más de 1.000 ha a mediados del siglo XII) (Blanco y Monedero, 2010), tras las numerosas segregaciones realizadas a lo largo de su historia, las últimas importantes efectuadas en los años 50 y 60 del siglo XX para la construcción del CIEMAT y la Policía Nacional, entre otros, y el cierre en la década de 1990 del eje Sinesio Delgado.

La mayor parte de la Dehesa está ocupada por un extenso pinar de Pino piñonero (Pinus pinea) sin sotobosque, formado por árboles de apreciable talla, aunque no faltan rodales de Pino carrasco (Pinus halepensis) e incluso parece algún pie de Pino silvestre (Pinus sylvestris). Existen asimismo zonas ajardinadas, praderas regadas y fragmentos de vegetación de ribera en la vaguada principal del parque, con Álamos blancos (Populus alba) y otras especies propias de este tipo de medios

CUÑA VERDE DE O'DONNELL

O Donell - Sonido Verde Urbano

Cuña Verde de O´Donnell (Madrid) (41,84-106 ha)

Situado entre la M-23 y las calles Fuente Carrantona, José Bergamín, Arroyo de la Media Legua y Doctor García Tapia, la Cuña Verde de O´Donnell es uno de los parques de más reciente creación de la ciudad de Madrid. Su origen se vincula al sistema de espacios libres del último Plan General de Ordenación Urbana, encontrándose en la actualidad parcialmente desarrollado. En efecto, desde el inicio del proyecto en 2006 hasta la fecha se han ejecutado cuatro fases, la última finalizada en 2009, ocupando en 2013 una superficie de 41,84 ha sobre una espacio previsto de 106 ha. Se ha realizado por tanto labores de acondicionamiento en un 39% de la extensión del parque.

En las zonas tratadas de la Cuña se han plantado 7.000 árboles y 86.000 arbustos, la mayor parte de ellos, Pino carrasco (Pinus halepensis), también robles (Quercus robur, Quercus pubescens), Liquidambar (Liquidambar styraciflua), varias especies del género Prunus, encinas (Quercus ilex), Plátanos de sombra (Platanus x hybrida), entre otras muchas. Cabe descatar la existencia de grandes macizos de Madreselva del Japón (Lonicera japonica), Lavanda (Lavandula spp.) y Hiedra (Hedera helix), especialmente en las zonas acondicionadas en la IV Fase, principalmente en los taludes situados en torno al circuito biosaludable y el audorio. Su interés es grande para algunas especies de aves poco frecuentes en Madrid, en particular para la Curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala).

Las zonas aún no acondicionadas de la Cuña son áreas de especial interés. Estos solares y descampados albergan una interesante flora ruderal y arvense, propia de lugares fuertemente intervenidos (Grijalbo, 2010), como indica el citado autor (http://javiergrijalbo.blogspot.com.es/2012/05/descampado-cuna-de-odonnell-moratalaz.html), utilizados por un buen número de invertebrados, reptiles, algunos pequeños mamíferos y aves. Precisamente, las últimas poblaciones reproductoras de Cogujada común (Galerida cristata) de la Cuña ocupan estos espacios, utilizados además por un buen número de aves de espacios abiertos durante la invernada y los pasos migratorios, entre otras las collalbas gris y rubia (Oenanthe oenanthe, O. hispanica) o el Alcaudón común (Lanius senator).

PARQUE DEL RETIRO

Retiro - Sonido Verde Urbano

Parque del Retiro (Madrid) (118 ha).

El Parque de El Retiro es parte de los jardines del extenso conjunto palaciego del Buen Retiro, mandado construir por Felipe IV, en 1630 (Ariza, 2001). De él hoy sólo quedan dos pequeños elementos, el Salón de Reinos, el salón del trono durante muchos años ocupado por el museo del ejército, y el Casón, el gran salón de baile. El gran jardín de este recinto ha experimentado numerosas modificaciones desde su creación hasta convertirse en el actual parque, de carácter público tras la Revolución de Septiembre de 1868.

Cuenta con algunas especies de gran valor, con varios siglos de antigüedad, pero de entre toda ellas destaca el gran Ahuehute (Taxodium mucronatum) situado en El Parterre. Esta especie es una cupresácea oriunda México que puede aproximarse a los 40 m de talla, aunque el árbol de El Retiro no supera los 25 m. Al parecer, fue uno de los primeros ejemplares plantados en los jardines de palacio, posiblemente en 1632, cuando se construyó la entrada de Felipe IV en la actual calle del Alfonso XII (Lillo y Lillo, 2007). Es el árbol de más edad de la ciudad de Madrid y, sin duda, uno de los más hermosos.

Las estructuras del parque son diversas, en gran medida debido a las numerosas modificaciones que ha sufrido. El ámbito que más recuerda al jardín original es el situado en el sector suroeste, comprendido entre los paseos de Cuba, de Paraguay, de Fernán Núñez y la calle Alfonso XII. En él dominan los “cuadros” arbolados, separados por pequeños setos formados fundamentalmente por especies del género Ligustrum, que protegen estos pequeños recintos verdes de las veredas que los compartimentan y facilitan el paseo.

La extensión de zonas más abiertas, con amplias praderas regadas, es un diseño introducido en el parque tardíamente. Es muy posterior a su origen, creándose la mayor parte de ellas bien entrado el siglo XX.

QUINTA DE LOS MOLINOS

Quinta de los Molinos - Sonido Verde Urbano

Quinta de Los Molinos (Madrid) (21 ha)

El parque de la Quinta de los Molinos es la zona ajardinada y de huerta de la antigua casa de campo, de carácter palaciego, levantada en la década de 1920 por César Cort Botí, catedrático de la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, cedida al Ayuntamiento de Madrid en 1981.

Este jardín se estructura en dos ámbitos fundamentales, uno superior, septentrional, colindante con las zonas estanciales; otro meridional, más extenso, de muy diferente factura. La parte norte, en el sector próximo al arroyo de Los Trancos “dispone de una plantación importante de frondosas en el seno de la cual se construyó el lago y el jardín. En los alrededores de la Casa del Reloj se distribuyeron parcelas escalonadas de huertas o de producción de flores, y en el entorno del palacete otra serie de parcelas dedicadas unas a producción y otras a jardín ornamental, rodeadas por muretes y escaleras que separan las distintas zonas”. La extensa zona meridional se estructuró ” mediante una división en cuarteles de distintas variedades de almendros, y la creación de caminos y paseos cuyas directrices vienen dadas por el marco de plantación de los almendros. Todos los bordes de los caminos y paseos fueron plantados con coníferas y frondosas, con el fin de proteger los cuarteles de almendros y de enmarcar estas vías de servicio. Los taludes laterales fueron marcados con arbustos de flor y con lirios” (http://www.madrid.es/).

Poco conocida hasta fechas relativamente recientes, la Quinta alberga las más importantes poblaciones urbanas de Gorrión molinero (Passer montanus). A destacar en esta zona verde, además de las extensas cortinas de almendros, los rodales de Pino carrasco (Pinus halepensis).